jueves, 29 de septiembre de 2011

Travesuras 2.0


Esto me hace recordar a Daniel el travieso. A veces me pregunto: ¿qué sería sí Daniel se creara un Facebook, o un twitter?, ¿colgaría fotos extrañas, comentarios de igual peso, e incluso confesiones que no vienen a lugar? Dudo que él exponga su vida a la crítica pública, pero si expondría sus travesuras y sus loqueríos, cosas que lo hagan ver grande en comparación con sus demás compañeros.

Hoy en día, los poderosos dueños del sector 2.0 no solo son los migrantes y nativos digitales; son las empresas y las entidades de mayor peso en el mundo económico: el TimeLine no se salva, el Inicio está estallando, la blogosfera vive de publicidad. Ahora todos se han dado cuenta de que los mejores lugares para poder anunciar a personas, son las redes sociales, los lugares de “moda” para la sociedad moderna. La publicidad se agarra de donde pueda, ejemplo: el mundo virtual.

A quién no le ha pasado: abres una página y de la nada un famoso Pop-Up comienza su bombardeo, lo cierras pero, este, muy terco, ataca de nuevo. Tu computadora no puede más y colapsa, el internet se hace lento. Después de escuchar esto, ¿quién dejaría de entrar a internet?  Creo que la mayoría de nosotros, así el internet colapse, seguiremos intentando, seguiremos buscando la forma de conectarnos, de poder entablar una conversación con la persona virtual  que está mirando fijamente su pantalla. Las  generaciones cambian, son más traviesas. La publicidad tiene que estar al tanto de ello, es por eso que ahora nuestra queridas redes sociales son mitad amigos y compañeros y la otra mitad son promociones online y avisos extraños.

viernes, 23 de septiembre de 2011

La Av. de la Luces

Espero que alguna vez hayan tenido la oportunidad de pasar por la concurrida Av. La Marina, la cual llamaremos, para este post: "La Avenida de las Luces".

Salir de la casa a las 6:00 a.m. porque tienes que llegar a tu clase de Estrategias Publicitarias; llegar al paradero y darte con la sorpresa que ningún micro quiere recogerte. Cuando por fin entras descubres que no hay un solo lugar vacio: todos viajan largos trayectos. Si existe la suerte algun asiento se desocupe antes de llegar a la entrada de La Avenida de las Luces, te sientas y respiras un poco, volteas tu mirada a la ventana.

Cambiar de avenidad (de Faucett a La Marina) nunca había tenido tanto impacto: de una mirada sutil a una combinación de colores frios y cálidos que comúnmente te relajan pues se encuentran en aparente "perfecta armonía", pasas a una visión multicolor a lo largo de las pistas y, si levantas la mirada, también la encuentras por los aires. Los anuncios publicitarios vuelan por los aires, vuelan por nuestra vista también.

El vender mensajes o productos es, sino lo principal, uno de los más importantes propósitos de la publicidad, pero para que esto pueda llegar a darse hay que saber como moverse en el ambiente en donde se piensa hacer alguna publicación. Sea en radio, en alguna revista, en televisión, hay que conocer al publico objetivo, hay que conocer el medio. No podemos andar sobre brasa caliente, y aun menos sin cubrirnos los pies.

Con el caso de nuestra pequeña Avenida de las Luces, el exceso de imagenes, colores, mensajes, nublan nuestras mentes y nos hacen entrar en un estado zombie del cual no salimos hasta pasar el dichoso campo minado que tenemos que someter nuestra pobre vista. No sé si los inocentes anunciantes son concientes de todo lo que ocurre en la mente de nosotros, pero de todas maneras, tiene que hacer algo al respecto.

Como fanático de la publicidad que puedo llegar a ser, he pasado miles de veces por aquella pequeña ruta de unas quince cuadras aproximadamente y por más atento que pueda llegar a estar, solo logro recordar unas cinco o seis de todas las marcas y productos que mi vista puede captar. Al parecer no solo soy yo porque varios de los pasajeros que estan conmigo en los carros ya ni se molestan en sacar la vista por la ventana e intentar identificarlo, es solo un signo de desinteres por el trabajo o mejor dicho "TRABAJOS" de varios de los creativos y sus duplas.

Hablar de esta avenida de noche no tiene punto de comparación. Ahora no solo tenemos las pistas y los cielos color arcoiris, sino  tenemos al cielo con luces de colorés que muchas veces interrumpian. Las luces se desplazan por todos lados y sin una ruta específica. El caos de los cielos.

Ahora, a las personas que nunca han ido por la Av. La Marina (a.k.a.) "Avenida de las Luces" les recomiendo que tomen un carro y se diviertan intentando recordar todo lo que ven, y a los que han ido o pasan con frecuencia vean cuantas personas se quedan mirando por la ventana apenas entran a esa zona. Investiguen y recuerden que no solo se basa en la creatividad para una buena venta, hay que saber donde y como hablarle al consumidor.

Caminos

La primera entrada, como las primeras lineas de un libro, tiene que cautivar y enamorar: que mejor forma de hacerlo que mirando dentro de mi mente y viendo qué cosas locas y extrañas pasan.

Desde que me encontraba entre 4º y 5º de secundaria, el deseo por estudiar publicidad crecía sin contención dentro de mi, tal vez por el hecho de tener a una comunicadora / profesora de literatura en casa (mi madre). Aunque, no fue simplemente este hecho lo que me llevo por el camino de la publicidad, sino ver siempre la televisión nacional e internacional: soñar que yo podría hacer algún spot publicitario de esa forma; soñar que yo podría vivir de vender mensajes a la gente; soñar que yo algún dia podría decir con orgullo yo hice eso. Más adelante, aprendí que la publicidad no es solo eso, hay que vivir, sudar, comer y soñar ideas, estrategias, HAY QUE ROMPERSE para poder sobresalir.

Como en todo comienzo, las cosas eran un poco difíciles, adaptarse de un ambiente a otro chocaba, pero tenía que agarrar cancha y no dejarme vencer por los primeros problemas que se me presentaran: en resumen, había que lucharla. Ahora ya estoy a mitad de camino, ya tengo un trecho marcado en donde he dejado lágrimas, sudor y sangre para poder alcanzar mi sueño y nada me podrá detener. Estudiar publicidad me ha llevado a conocer y abrir mi mente a nuevas ideas y nuevas perspectivas, a ver cosas de una forma más "analítica", a pensar más en lo que me dicen y en lo que voy a decir, a saber que con cada palabra puedo cambiar todo el mensaje que quiero dar. El mundo de la publicidad me ha hecho más cuidadoso en algunos aspectos.

El proyecto en el que me estoy embarcando, "El Otro Lado de la Tortilla", lo tenía planeado desde hace un par de meses, quería poder relatar mis anécdotas sobre cómo las personas convivimos con la publicidad día con día y, a pesar de la continua exposición, existen ocasiones en las que ni las notamos o simplemente nos resistimos a ver que están frente a nosotros. Como primer post quería que supieran lo que leían y si es que lo siguen, por qué lo siguen. En unas cuantas horas tendré el nuevo post, ojala les guste.